Mesón Tío Blas, un templo malagueño del bacalao que ya roza los 40 años

Siempre que alguien se llama Blas algún gracioso tiene que nombrar a Epi, pero aquí hay un par de Blases y ningún Epifanio. Padre e hijo conforman la cabeza, los pies y los pulmones de uno de los establecimientos más veteranos y concurridos de Arroyo de la Miel (Benalmádena), mientras que la mujer y madre de ambos, respectivamente, se mete en la cocina para trastear como los ángeles. Ella es el corazón de este tinglado que está a punto de cumplir cuarenta años (abrió en 1984) y que nunca ha dejado de ser un enclave tradicional de terraza estrechita, sin pretensiones en la estética interior ni estridentes innovaciones culinarias. Ya le aviso: no venga usted al Mesón Tío Blas a dar ningún asesoramiento gastronómico porque casi siempre les va de fábula desde que yo era un pipiolo en la facultad de Periodismo. Y ya tengo 60 años.

El resumen es rápido. Servicio atento, ágil y simpaticón, pero sin darte la paliza contando chistes, y una cocina que nunca ha dejado de lado la impronta nacional heredada por los mesones de toda la vida, aunque en este caso concreto optaron por especializarse en la elaboración del bacalao cuando la inmensa mayoría de los españoles creíamos que eso era cosa de vascos. Básicamente, Blas García Martín, Blas García junior y Pepi Núñez son la portería, la defensa, el medio campo y la delantera de un negocio que jugó desde el principio con sus propias particularidades y que se harta de meter goles todos los días con una carta honesta, reconocible, diversa y sabrosa que no ha dejado escapar a un solo cliente. En ciertas festividades este lugar parece el tren de cercanías en hora punta, así que no estaría de más pegar un telefonazo y hacer la reserva. 

De sus múltiples propuestas, antes que nada, sería esencial destacar que los precios son estupendos, pese a la inflación y todos esos follones macroeconómicos, pero arrancar con una jarra de cerveza de un litro y una buena ración de gambas cocidas (8,75 euros) es una excelente forma de inaugurar el festival. Sobre sus famosas gambas al pilpil (9 euros la ración) solo puedo decir que jamás he probado unas mejores, sin olvidar sus populares champiñones nevados (con cobertura de queso, 9,25 euros), el revuelto de pulpo (9,75 euros), los boquerones al limón (8,75 euros), los mejillones al Tío Blas (8,75 euros) o el jugoso filete de atún a la plancha (12,5 euros). Y entre las diez formas distintas de elaborar el bacalao, me quedo con el San Tomás (15 euros), el Toscana a la plancha (15 euros) y el preparado al ron con cebolla caramelizada (15 euros). Creo sinceramente que se lo he puesto muy fácil a cualquier hijo de vecino. Dirección. Mesón Tío Blas. Calle Poleo, número 3. Arroyo de la Miel (Benalmádena, Málaga). Teléfono: 952 441 433. Cierra lunes y martes.

Javier Sánchez/7/abril/2022

 



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