El empresario Pepe Porras se rehace de la crisis y reabre El Trillo en horario de día y noche

Casi todo el mundo daba por muerto a ese restaurante, menos su propietario, y también casi todo el mundo esperaba un traspaso inmediato, menos su propietario. Ahora es justo decir que casi todos nos equivocamos, menos su propietario. Pepe Porras (Cártama, Málaga, 1958) parece que ha mantenido la virtud de la paciencia cuando la hostelería nacional se comía las uñas y los empleados del sector se fumaban a diario dos paquetes de tabaco recluidos en su casa, porque finalmente este veterano empresario -que arrancó su trayectoria laboral ejerciendo de botones en un hotel de la zona de Los Álamos hace medio siglo- ha reabierto El Trillo en horario de día y noche con éxito casi inmediato. 

Es verdad que Porras no se ha pasado los últimos 18 meses con un puro y un mojito debajo de una palmera, pero sí sabía que El Trillo no se le iba a escapar de las manos pese a que la situación le ha obligado a deshacerse de otros negocios. «A mi hijo mayor no se lo iba a llevar nadie», dice Pepe Porras de su establecimiento, abierto en 1998 y convertido rápidamente en una de las referencias clásicas del casco histórico de Málaga. Junto a su socio, Silvestre Chacón, volvieron a abrir el restaurante hace unas semanas solo en horario de mediodía, pero el pasado 5 de julio ampliaron el horario hasta el cierre nocturno obligatorio (12 de la noche) al advertir que los clientes fieles siguen siendo igual de fieles y que a los turistas les pirra su terraza. En la cocina permanece inalterable el liderazgo de Miguel Santiago, mientras que Antonio Herrera se responsabiliza de la sala. Un equipo sólido y más vivo que Paquito el chocolatero en una feria. 

La carta de El Trillo es tradicional, reconocible, sin aspavientos y con ciertos apuntes vascos que acuñó un chef norteño en sus orígenes. De ahí surgieron los primeros platos de bacalao que le han dado fama a este lugar. Magníficos el lomo a la koskera vizcaína (17 euros) o la suprema a la espuma de cítrico con marisquitos, oliva negra y kokotxas (22,5 euros). Buenísimos igualmente el rodaballo a la plancha (22 euros), el tronco de merluza a la vasca (24 euros) o el solomillo de cerdo al Trillo con salsa trufada (16 euros), pero empiece el atiborre con algo más ligerito. Por ejemplo, unas anchoas del Cantábrico limpiadas de forma tradicional (2,5 euros la unidad), las estupendas alcachofas rellenas de habitas con mousse de pato (16 euros) o un revuelto de langostinos, puerros y gulas (13 euros). No me vaya a poner pegas a estas alturas de la pandemia. Dirección. C/ Don Juan Díaz, número 4 (esquina con calle Larios). Málaga. Teléfono: 952 603 920. Horario: Abierto de una a cinco de la tarde y de ocho de la noche al cierre.

Javier Sánchez/8/julio/2021 

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