Matiz, cómo disfrutar de un gran menú de verano durante horas sin mirar el reloj

Un matiz a tener muy en cuenta es almorzar con tu hija -una petarda de 24 años y un viejo de casi 60- y pasar juntos tres horas largas sin darte cuenta. Otro es disfrutar de un menú degustación de verano de seis platos en pleno bochorno de julio y después tener ganas de pegarte un bailoteo ochentero mientras te fumas un puro, y un tercer apunte no menos importante es esperar menos de dos o tres minutos entre plato y plato sin notar nunca esa engorrosa percepción de espionaje soviético por parte del jefe de sala o algún camarero. Aparte de eso, que ya es muchísimo, una carta fenomenal que juega a sorprenderte con combinaciones, aromas, texturas y colores tremendamente singulares responde con acierto a la interrogante del nombre que se le impuso a este lugar en la primavera de 2018. 

Ciertamente Matiz es un restaurante de hotel, pero no tiene nada que ver con uno de esos establecimientos al uso. O al menos al antiguo uso. Así lo pretendió la directora del hotel Molina Lario, Miriam Ortiz, con una clara intención diferenciadora para captar tanto a clientes propios como a vecinos, paseantes y turistas con inquietudes gastronómicas, a la vez que insistió en el fichaje de profesionales con experiencia en la alta restauración para abundar en esa distinción. Y lo ha clavado. Con el inquieto y perfeccionista chef Pablo Molina (Archidona, 1985) al frente de los fogones y el discreto pero eficaz jefe de sala Hugo García, el servicio hostelero de este espacio luminoso y funcional trabaja en equipo como aquella Brasil de Pelé: con un par de toques de salón supera la defensa de los más reacios.

Entrando ya en materia orgánica, no se olvide de ese menú degustación (42 euros) que resume con raciones equilibradas lo que significa la palabra matiz. Estupendos los buñuelos de feria con queso de cabra de Ronda, parmesano, tartufo y anís; la oblea crujiente de atún rojo, polvo de maíz frito y emulsión de jalapeño y kimchie; el cochinillo deshuesado con salsa de px a la naranja y canela con puré verde de manzana y chalotas, o el denominado 'marengo y exquisito', un bizcocho de cerveza negra con frosting cremoso y tierra de Nutella. ¿Que no quiere usted el menú...?, pues entonces no pierda nunca de vista las croquetas de puchero con emulsión de hierbabuena (7 euros), el minibrioche de carrillera ibérica con salsa de queso payoyo (6 euros), la ensalada de tomates de temporada con pesto de perejil y rabanitos crujientes (8 euros), los raviolis de rabo de toro con salsa de foie y lascas de roast beef (16 euros) o el canelón de chivo malagueño gratinado con portobello (17 euros). Hala, ya le he dado más consejos que la abuela de un chaval que se va de Erasmus. Dirección. Hotel Molina Lario, calle Bolsa, 14. Málaga (centro histórico). Teléfono: 952 579 673. No cierra nunca. Maridaje con vino de Málaga: Laraspa (moscatel, doradillo). Bodegas Dimobe. 

Javier Sánchez/29/julio/2021

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