Siete sitios donde comer bien mientras el virus nos dé la cena/Agenda de la semana



KGB

Este restaurante tapería tiene más medallas que un general soviético, pero todos los galardones los ha ganado en el complicado arte de asaltar con honestidad la innovación gastronómica y de defender el patrimonio culinario étnico, nacional y andaluz desde una perspectiva nueva. Empezó a destacar desde el mismo momento en que aterrizaron aquí un foodie experto en marketing y una cocinera de manos estupendas e ingeniosas ideas que, además, son matrimonio. Una cosa lleva a la otra y KGB simplemente es el tercer hijo de la pareja: mimado, divertido, acogedor y rebelde siempre frente al inmovilismo. De estética funcional con tics modernistas que recuerdan a algún local del barrio neoyorquino de Tribeca, KGB tiene su propia lista top de referencias que nadie puede dejar de probar. De hecho, casi todos los malagueños ya lo han hecho, y los que no es que apenas salen de su barrio. Ellos se lo pierden. Imprescindibles la KGBull (hamburguesa de rabo de toro, 5,5 euros), el minibocadillo de los Montes de Málaga (7,8 euros), la ensaladilla rusa (3,9 euros), el cochinita pibil (6,8 euros), las laureadas patatas bravas a la divorciada (en dos salsas, 5,8 euros), la fideuá de pato azulón con alioli de alcachofa (5,5 euros), el pollo salteado al cóctel Margarita (6,5) o las croquetas de la pringá del puchero (6,8 la ración de seis unidades). Un clásico ya en Málaga que casi nunca lo es en la cocina. Dirección. Calle Fresca, número 12. Málaga. Teléfono: 952 226 851

 



La Burguesita

Hace ya una década que abrió, justamente cuando el boom de las hamburguesas de autor te estallaba hasta en la sopa, y ahí sigue todavía, en lo más alto de la cima carnívora de la provincia de Málaga. Pasito a pasito, con pruebas constantes de sabor y texturas magníficamente planteadas, combinaciones equilibradas y un concepto alegre que se convierte en memorable según te zumbas la hamburguesa de turno, este local es uno de los mejores de Andalucía en su especialidad. Y mira que he ido a sitios de estos por la pesadísima obsesión de mis hijos. Casi una veintena de referencias en un local chiquito pero muy matón te pueden complicar la elección, pero yo tengo tres entre mis favoritas (con la solemne aprobación de mis cachorros veinteañeros, cuidado). Fantásticas la togarashi (de ternera o buey con mayonesa de togarashi, cebolla pochada, tomillo y queso manchego curado), la deluxe (con foie fresco, lechuga, cebolla caramelizada y salsa Burguesita) y la totum revolutum (con mayonesa de togarashi, rúcula, foie fresco y aceite de trufa). Todas las hamburguesas elaboradas con ternera cuestan 8,5 euros y las de buey, 11,5 euros. Si usted nunca se ha chupado los dedos después de comer, aquí la va a fastidiar. Dirección. Calle Moreno Monroy, número 5. Málaga. Teléfono: 951 333 374.




Mesón La Cepa

Los malagueños que presumen de serlo y que nunca han pisado La Cepa en realidad son de Talavera de la Reina. De estética mesonera, barra amplia, profusión de maderas y chacinas a la vista, la veteranía indiscutible de su propietario, con 50 tacos de experiencia a sus espaldas, garantiza un producto de primera y una elaboración igualmente excelente. Aquí no hay estridencias, ni cosas raras que te despisten por sus nombres o los ingredientes utilizados, aunque su carta puramente española es un torbellino diverso que te puede despeinar. Sabores netos, intensos, tradicionales y reconocibles en raciones generosas. El bacalao es su pescado icónico (tiene seis formas de prepararlo, entre los 9 y los 16,5 euros) y ocho tipos de revueltos (de 8,5 a 13 euros), pero las carnes tienen prioridad en Navidad. Fenomenales las chuletillas de cordero (18 euros), la paletilla lechal (22 euros), el rabo de toro (16 euros) o los grandes solomillos (con solo uno te puedes hacer un paraguas, o casi) que se mueven entre los 16 y los 22 euros. El cuchareo diario (9 euros) es otro de sus fuertes. Emblemático sitio de servicio clásico, rápido y serio pero muy amable. Ya no le cuento más. Ni menos. Dirección. Calle Strachan, número 12. Málaga. Teléfono: 952 214 089.



Refectorium Catedral

Cada vez que intento hacerle una foto a su responsable, éste se me pone a bailar. Y desde luego es para menear el cuerpo hasta el amanecer. Si una mala tarde cae en la capital malagueña una bomba de hidrógeno, los bomberos encontrarán aquí a un porrón de vecinos, porque este negocio está lleno a rebosar hasta en los peores momentos (y este año ha sido prolífico en jodiendas). De estética alegre, informal, espacioso y de terraza muy demandada, el Refectorium Catedral es otro de esos establecimientos transparentes en la elección del producto y en la forma de elaborarlo y presentarlo. Rotundo, sabroso y sugerente. Embutidos y quesos magníficos (el payoyo de cabra, 14 euros, o el manchego al romero, 16 euros, están de muerte pero sin entierro), la celebérrima ensaladilla rusa (10 euros), los huevos con trufa y pan especiado (20 euros) o el revuelto de trigueros, langostinos y jamón (13 euros) ayudan a prepararse para la batalla. Y ya en las trincheras, memorables la ventresca de atún rojo (26 euros) y el solomillo de vaca con queso montañolo (25 euros), aunque los fritos y los pescados (¡buuuf! con el rape a la plancha, 25 euros) son igualmente sólidos. Qué le voy a contar si todo está buenísimo. Dirección. Calle Postigo de los Abades, número 4. Málaga. Teléfono: 952 602 389.


Mesón de Andrés

Uno de los templos gastronómicos de Fuengirola, con más gentío en los días festivos que en cualquier oficina de desempleo. De estética acogedora y colorismo muy bien estudiado, este establecimiento tiene fama no solo por su contundente producto y los métodos de preparación, sino por la seriedad y celeridad de un servicio riguroso. De carta bastante amplia pero nunca pelmaza, el Mesón de Andrés hace un equilibrado recorrido por la cocina nacional, con guiños a prácticamente todos los territorios ibéricos. Para empezar les aconsejaría el revuelto de bacalao dorado (14 euros), las alcachofas confitadas con crema de romescu y crujiente de ibérico (16 euros), los boletus con jamón ibérico, huevos camperos y perlas de trufa negra (18 euros) o el foie micuit con frutos rojos, jamón de pato e higos en tempura (19 euros). Un tartar de atún de almadraba con guacamango (25 euros) para el centro de la mesa y una fenomenal paella al gusto (mixta, marisco o carne, 14 euros) le dejarán más a gusto que un arbusto. Ibéricos, pescados y carnes a la brasa de auténtico campeonato. Imprescindible, y no se hable más. Dirección. Calle San Pancracio, número 16. Fuengirola (Málaga). Teléfono: 952 593 660.


Café Central

Muchísimo se equivocan aquellos que creen que este sitio que acaba de cumplir los cien años se ha estancado en 1920. Sí, es verdad que su buen café y su bollería y pastelería entran en el ADN (ácido nosequé) de este lugar desde que Franco pegaba tiros en Marruecos, pero su honesta intención de adaptarse a los tiempos es absolutamente digna. Y barata. Con la terraza mejor situada del casco histórico de Málaga, allí mismo puede usted probar las sabrosas albondiguillas en salsa de almendras (7 euros la media ración), un excelente gazpachuelo 'cargao' (con gambas, patatas, tacos de rosada y rape y huevo escalfado, 6,5 euros), sus populares huevos rotos (9,5 euros), el secreto ibérico con salsa teriyaki (11,5 euros) o el robusto volcán malagueño (chanquete/pez platino, huevo frito y pimiento morrón, 8,5 euros). Y así hasta sobrepasar el medio centenar de platos. Conténgase, no vaya a darnos un disgusto en estas fechas. Tampoco olvide que las distintas formas de tomarse el café en Málaga (más de una decena) arrancaron en este enclave que ha inmortalizado el inventario cafetero en un mural de azulejos con vasos, cantidades y denominaciones. Un símbolo, punto y pelota. Dirección. Plaza de la Constitución, número 11. Málaga. Teléfono: 952 224 972. 




Noachi Coffee

Abierta el pasado verano, esta cafetería no quiere quedarse en simplemente eso, sino que aspira a hacerse un hueco a codazos en la industria hostelera de Torremolinos. Y lo está consiguiendo poquito a poco mientras amplía su oferta dulce y salada, porque su intención original se centra en ofrecer de todo a precios estupendos. Una magnífica iniciativa en tiempos de tiesura y pocos ahorros. Su propietaria es una auténtica fan de la repostería francesa que aquí es sencillamente sabrosa, diversa, sugerente y muy colorista, aunque lo gabacho se puede alternar divertidamente con lo más patrio. Embutidos selectos para desayunos, almuerzos ligeritos, combinados, bocadillos, sándwiches y postres caseros para concluir el festín de primera hora de la mañana o mediada ya la tarde. Ojo con el café porque en este lugar no se limitan a comprarlo en el supermercado de al lado, sino que lo traen desde los países productores más cotizados para tratarlo de la mejor manera posible. Yo se lo cuento, usted solo tiene que ir. Por apenas 5 euros, una merendola de concurso. Dirección. Avenida Palma de Mallorca, número 8. Torremolinos (Málaga). Teléfono: 695 403 582.

Javier Sánchez/26/diciembre/2020

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