Curry-Ya, la pasión por el adictivo curry japonés se consolida en Fuengirola


Si yo le dijera a un policía de Bombay que el curry es un plato nacional japonés, con toda probabilidad me daría en el occipital con ese pedazo de vara que siempre tienen a mano. Pero aún así no perdería yo la razón, aunque sí la consciencia. El curry japonés no sólo existe, sino que es además uno de los platos más consumidos en ese país desde mediados del siglo XIX, cuando los británicos lo exportaron desde la India colonial y los nipones empezaron a adaptarlo a su particular forma de entender la gastronomía. Por esas mismas fechas nacieron allá el curry (kare en japonés) con verduras, arroz o el acompañado de tonkatsu (cerdo empanado frito y troceado) que a mediados de los años 60 del siglo pasado incluso llegaron a ser más habituales en las cocinas niponas que el popularísimo sushi.


Un avispado ingeniero español, Luis Jara (Córdoba, 1977), observó con interés empresarial la pasión ciega de los japoneses por la ingesta de esa desconocida variante culinaria del Sol Naciente -al menos para la inmensa mayoría de los occidentales- y aprovechó su estancia laboral de dos años en la isla para darle la primera vuelta de tuerca a un futuro negocio hostelero que abriría en su país de origen, aunque entonces no sabía dónde. Enamorado primero y casado después con una japonesa del mismo centro de Osaka, Etsuko, ambos residieron otros cinco años en Méjico antes de regresar a la península, donde el ingeniero de Montes se puso en contacto con sus cinco hermanos, les planteó la iniciativa, animó a todos (bueno, menos su madre que creyó que su vástago estaba como una cabra montesa) y finalmente abrió en 2015 en Fuengirola el negocio que llevaba rumiando un lustro entero. Asesorado por su mujer desde el principio, Luis Jara logró un poquito más tarde que se sumaran a la aventura Gonzalo Jara y Juan Jara. Hasta hoy. 

Curry-Ya se llama este tinglado fogonero que en 2019 trasladó su dirección a la zona más céntrica del municipio costero malagueño y que en los últimos meses ha ido ajustando su simpática estética a ese vasto universo de la animación japonesa cargada de héroes y villanos, seres extraños, colorismo intenso, rostros amables o malignos y casi todos con singulares poderes. Tampoco habría que olvidar que este sitio recoleto e informal fue el primero de España en especializarse en la elaboración de curry japonés, del que han sabido extraer varias recetas para ajustarlas visualmente a los hábitos ibéricos. Y como suele ocurrir con las buenas ideas captadas en el extranjero, la opción de las franquicias ha empezado a coger cuerpo.  



Recomendaciones

A todos los que no hayan probado jamás el curry japonés habría que advertirles que es altamente adictivo. Menos especiado que el hindú, su elaboración comprende el uso variado de verduras y carnes (casi siempre cebolla, zanahoria, patatas, cerdo, ternera y pollo), mientras que su sabor, textura y olores suaves, casi florales, resultan tan agradables que pueden despertar la gula rápidamente si no te andas con cuidado.


Impresionantes los curry-to (curry japonés en masa de burrito) de queso (7 euros), pollo empanado (7,5 euros), cerdo empanado (7,5 euros) o karaage (pollo marinado, 7,9 euros), e igualmente sabrosísimos los curry kare de calabacín a la plancha (6,9 euros), pollo o cerdo empanado (7,5 euros) o de ternera a la plancha (8,5 euros). También fenomenales los taco raisu de queso o ternera (8,5 euros), las gyozas (5,9 euros), los takoyaki (7,5 euros) o los udom kare de verduras (8,5 euros) o ternera (9,5 euros). Y de postre, los mochis (2 euros la unidad) de chocolate, mango, té verde, café, chocobanana o tarta de queso son imprescindibles. 

Solo decirles que soy un fan fiel y constante (prácticamente un hincha) de este pequeño establecimiento de grandes sorpresas. Y no digo poco. 

Por Javier Sánchez/5/noviembre/2020.

Curry-Ya

Calle Miguel de Cervantes, número 17. Fuengirola (Málaga) Teléfono: 665 204 600.







 

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