El bar Plaza transformará su terraza en el oasis lounge más céntrico de Málaga







Suele decirse que los abuelos crean la empresa, los hijos la expanden y los nietos la cierran. De momento, Leonardo D'agostino es de los que la expanden, como buen hijo que es del fundador del emblemático bar Plaza, un italiano del mismo nombre que abrió este establecimiento en la céntrica plaza de la Marina en 1989. Lo hizo como cafetería sin pretensiones aunque sí de paso obligado por su estratégica ubicación, a unos metros de la entrada sur a calle Larios y en una acera ancha enormemente transitada que ofrece vistas cercanas al puerto de Málaga. Pero la cosa tiende a cambiar y las pretensiones ya existen.

Hace dos años que Leonardo junior relevó a Leonardo senior (al que todo el mundo llama Marco no por el niño aquel del mono Amedio, sino por Marco Polo, dada su pertinaz afición por conocer mundo) y ahora que la cosa aprieta e incluso Dios parece que ahoga, Leonardo (Málaga, 1985) ha iniciado el proceso de revitalización de una cafetería situada en un enclave privilegiado que encierra múltiples posibilidades de moderna explotación. Leonardo no se come la uñas a la hora de actuar: acepta con muchísima deportividad el inquietante reto que supone la pandemia e intenta esquivar con calma los golpes que reparte el virus a diestro y siniestro entre los hosteleros. «Yo no puedo quedarme sentado y esperar a que venga algún crucero», dice D'agostino. Y, efectivamente, se ha levantado muy pronto de la silla para transformar la extensa terraza de su bar (de 70 metros cuadrados) en un coqueto oasis de jardines y flora que también dispondrá de un techado singular, aún por determinar, del que cuelguen otras plantas coloristas y bien seleccionadas para aumentar el impacto visual. Una tenue luminosidad hará el resto. 






El joven empresario pretende inaugurar este espacio antes de que acabe el próximo mes de octubre con la intención de captar a todo tipo de clientela, ahora que escasea, y especialmente a esos millenials que se dispersan por las calles de la capital malagueña en un intento por localizar un  punto idóneo de encuentro para cenar al gusto y tirarle los tejos a quien corresponda. «Esta terraza se transformará a partir de las siete de la tarde en un lugar íntimo, agradable y cómodo de ambiente lounge donde se servirán copas y platos muy demandados por los jóvenes. Pero, cuidado, aquí podrá venir quien quiera a comer lo que le dé la gana sin sentirse nunca fuera de lugar», añade D'agostino. 

Recomendaciones

Leonardo D'agostino fichó en 2018 a la chef cubana Giselle Ríos para afrontar un cambio progresivo de carta que le está dando muy buenos resultados con la incorporación de otro cocinero (Emilio) que llegó nada más arrancar el puñetero 2020. Ciertamente esta cafetería mantiene un listado de platos tradicionales a buenos precios, pero en los últimos dos años se ha incentivado la relación de tapas y se ha activado el servicio delivery, además de adoptar una carta alternativa que prevé ajustarse a la nueva clientela. La hamburguesa Nuguplaza (carne angus, queso, cebolla caramelizada y tomate braseado; 8,5 euros) y las gambas al pil pil al forno (horneadas en masa hueca; 5 euros) se han convertido ya en opciones indispensables, a la espera de que se dispongan los brunchs y se incluyan el poké hawaiano y otras opciones étnicas y vegetarianas. Muy recomendables también los revueltos de gambas y champiñones (8 euros), las croquetas caseras de cocido, boletus o atún (1,5 euros la unidad), la paella negra de marisco, jibia y tinta de calamar (elaborada a diario, 15,5 euros) y la quincena de tapas de mercado que suelen cambiar cada 24 horas y cuyos precios se mueven entre los dos y los tres euros. 






Y si usted llega aquí con más hambre que un puma, les puedo asegurar que Carlos, Juan, Nono, Ely y Carli -eficaces camareros de este lugar que todos los clientes y paseantes saludan con vieja familiaridad- no le harán esperar. Así que relájese que el tema ya está muy tenso. 


Cafetería bar Plaza

Plaza de la Marina, numero 2. CP. 29025 Málaga.

Teléfono: 683 332 350.

No cierra nunca. 





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