Pablo Caballero reabre la Antxoeta el 1 de julio con una carta muy renovada


Este restaurante es como Blas de Lezo, chiquito pero matón, aunque con alguna variación agradable. Al contrario de lo que le pasó al valiente y desafortunado teniente general de la Armada española, a ninguno de sus responsables les falta ni un brazo ni una pierna. Y de tuertos, nada de nada. Corren que se las pelan para adaptar su carta a la originalidad más sabrosa, parece que tienen seis manos cada uno de ellos para hacer todo lo que hacen cada día sin morir en el intento y mantienen intactos los dos ojos para optimizar un servicio que es prácticamente impecable. 


El restaurante La Antxoeta -un guiño a las anchoas de L'escala, en la Cataluña natal del chef Pablo Caballero, a un cocinero vasco que le curtió y a alguna terminación popular malagueña; por ejemplo, majareta- debe ser considerado siempre un local sin ínfulas pero de enorme relevancia en su particular forma de entender la gastronomía. Aquí se apuesta por la fusión sencilla y concisa, lo mismo que sostiene su esencia sobre la base de la cocina más tradicional. Un equilibrio tan acertado que incluso le ha proporcionado al jefe del cotarro un porrón de galardones al alcance de muy pocos: Premio del Público del diario ABC a la Mejor Cocina Creativa y su entrada por la puerta grande en la lista de los cien mejores restaurantes de España de El Tenedor, que también lo consideró en 2019 el establecimiento de mayor proyección nacional.




El nacimiento en 2016 de este lugar imprescindible, situado en el Soho de la capital malagueña, fue la respuesta a un calentón espiritual (no del otro, cuidado) del propio Pablo Caballero, que había trabajado con anterioridad como jefe de cocina del hotel Molina Lario y del restaurante La Deriva y que, un mal día, estuvo a punto de dejarlo todo porque el hombre no se encontraba a sí mismo. Lo que suele pasar si no te buscas bien. Sin embargo de aquel enfado íntimo surgió la idea de hacer las cosas que quería sin nadie que se lo impidiera, sin instrucciones que a él le costaba mucho acatar, ni premisas que abortaran su ingenio inmenso. Por el camino se cruzó su actual pareja, Cristina Socorro (hasta el pasado mes de febrero maitre del restaurante Matiz, también del Molina Lario) y ambos -escenifiquen ahora a una pareja corriendo por la playa cogidita de la mano a cámara lenta- se han convertido así, con absoluta naturalidad, en un dúo dinámico que puede resistir con menos épica que los de la cansina canción, muy sólido y tan bregado que resulta muy difícil de superar en complicidad y coordinación.

Apertura y nuevos platos

La Antxoeta reabre finalmente el próximo 1 de julio después de tres meses de inactividad, y lo hace con la misma peculiaridad con la que cerró por culpa del puñetero virus: pasará de la fusión a la tradición; o sea, que se va a 'desfusionar'. Lo hará con platos tan sugerentes como el salmorejo con tomate asado y ahumado, una ensalada de tomates variados con cebolla en escabeche, papas arrugás, un bacalao con garbanzos y col, el atractivo tartar de cangrejo con champiñones y guacamole o un cordero embarrado (paletilla macerada en pasta con especias horneada a baja temperatura en cazuela de barro).
Eso sí, sus referencias más aplaudidas permanecerán inalterables en el listado de ofertas: Canelones de Maruchi con bechamel de boletus (5 euros la unidad), ostras con bloody mary (4,95 euros la unidad), su magnífico risotto con erizo de mar (19 euros) o la intensa fideuá negra de salmonete (20 euros). 
No lo olvide. A partir del primer día de julio usted puede ser bastante más feliz. 

La Antxoeta
Calle Barroso, numero 7 (barrio del Soho).
29001, Málaga.
Teléfono: 951 95 61 92.



Comentarios