La operación fallida que ha dejado a Santiago sin jubilación


Tiene fuerza y voluntad para seguir en la cocina hasta que se le caiga la sartén de las manos o no pueda agacharse para recoger una cebolla del suelo, pero al legendario restaurador Santiago Domínguez (Vadocondes, Burgos, 1938) le habría gustado no tener que intentar lo de la cebolla.

Hace un año se anunció su jubilación a bombo y platillo, después de que el grupo asturiano El Urogallo, con cuatro restaurantes en Madrid (Casa de Campo, Príncipe Pío, Pozuelo y Majadahonda), le hiciera una oferta muy tentadora que incluía la operación de compra de su famoso establecimiento de Marbella y de la taberna que se sitúa en la planta superior.

La gente empezó entonces a homenajear al cocinero y empresario hostelero más popular de la Costa del Sol, donde abrió en 1957 un chiringuito justo enfrente de donde está su establecimiento. Seis décadas de trabajo, una lista de premios casi infinita y cientos de visitas culinarias de una legión de famosos de todo el mundo le dieron, a él y a su propio negocio, el prestigio suficiente para gozar de una retirada tranquila, con los deberes magníficamente hechos e intacta su excelencia. Y  hasta ahí, porque la operación de compra se lió.


Pasaron unos meses y aquello no avanzaba, mientras que los inversores daban largas o explicaban que la transferencia para el cierre del contrato debía hacerse desde el extranjero y que aquello requería de un proceso de fiscalidad más complejo. Incluso se habló a última hora de que el propietario brasileño del grupo El Paraguas, Sandro Silva, se metería en la operación como integrante de la sociedad inversora para agilizarla e incorporar el restaurante Santiago a su lista de locales (Paraguas, Tenconten, Quintín, Amazónico, Numa y Aarde). 

Total, mucho circo, pero pocos leones. Santiago, ya mareado, dio por concluido aquel cachondeo hace un par de meses. Acabó con la incertidumbre, frenó en seco la fanfarria y optó por seguir al frente de su restaurante sin tener que escuchar más promesas y sufrir nuevas decepciones.

Con 81 años ya cumplidos sigue yendo a la lonja a primeras horas de la mañana y sale de la cocina a charlar con los clientes a partir del mediodía. Y que no le vengan con más cuentos.


Restaurante Santiago de Marbella
Av. Duque de Ahumada, 5, 29602 Marbella, Málaga
Tel 952 77 00 78
Correo: reservas@restaurantesantiago.com

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