La fórmula mágica de El Refectorium

Sergio Ramírez (dcha.) y dos empleados. Aquí trabajan con celeridad sorprendente.


El Refectorium Catedral
C/Postigo de los Abades, número 4.
29015, Málaga
Teléfono: 952 60 23 89

Siento haber levantado con el titular alguna expectativa sobre espionaje industrial, porque yo tampoco sé cuál es la fórmula mágica de El Refectorium, una marca hostelera malagueña que funciona siempre como un tiro. Pero sí intuyo cuáles son los factores que convierten en imprescindibles a los dos establecimientos que hoy funcionan bajo este nombre (el tercero, El Refectorium de El Campanario, cerró hace unos meses para fortalecer, aún más, los otros dos). Una familia muy querida y con enorme credibilidad -Paco Ramírez y sus hijos Curry, Sergio y Belén, todos dedicados en cuerpo y alma al negocio-, un excelente producto de temporada que, además, ahonda cada día en lo más fresco del mercado, una barra animada para conversar, una clientela fidelísima que sabe que no va a fallar en la elección de cualquier plato, un ambiente distendido en espacios muy agradables y un servicio que corre que se las pela para servir con rapidez. Ojo al dato: Se dice por ahí que jamás se ha devuelto un plato caliente por estar frío. Con esos mimbres robustos resulta muy complicado que El Refectorium no trabaje a destajo a lo largo de toda la semana, incluidos los días más tontos.
Abierto el primer Refectorium en la zona de La Malagueta (al lado de la plaza de toros) en los primeros años setenta, la familia Ramírez nunca ha querido entrar en gastronomías extrañas, inéditas para un usuario mayoritariamente nacional, y arrancó desde el principio con una carta honesta, transparente, reconocible, muy bien seleccionada, de gran equilibrio y sólida en sus propuestas por muchos años que pasen.

La famosísima ensaladilla rusa de El Refectorium


El Refectorium Catedral

Afianzado, y casi mitificado, el primer local, la familia Ramírez abrió en marzo de 2013 el segundo establecimiento justo en una esquina de la catedral de Málaga, una zona que, paradójicamente, no tenía apenas vida hostelera. Y claro, petó. En este caso, bajo el mando de Sergio Ramírez.
Con una carta similar a la de su hermano mayor -aunque este restaurante dobla en metros cuadrados al primero-, El Refectorium Catedral también puede presumir de completo éxito.
Embutidos ibéricos magníficos, quesos (el de payoyo de cabra, 14 euros, y el manchego al romero RH, 16 euros, son excepcionales), entradas frías, entre las que destacan su famosísima ensaladilla rusa (10 euros, pero la ración es de campeonato) y la ensalada de tomate de temporada con cebolletas (9 euros) y las entradas calientes, con platos tan bien elaborados como los huevos con trufa y pan especiado (20 euros) o el revuelto de espárragos, langostinos y jamón (13 euros).
Las frituras son igualmente fantásticas, con sus boquerones malagueños (12 euros), los salmonetitos de la Bahía (16 euros) o los chopitos con algas fritas (16 euros), mientras que los pescados habituales (rape a la plancha, 25 euros) o los salvajes, que se sirven dependiendo de lo mejor que encuentren en la lonja, no tienen desperdicio. 
Y finalmente está la sección dedicada exclusivamente al atún de almadraba (sashimi de atún rojo, 25 euros; el tartar de atún rojo, 25 euros, o la ventresca de atun rojo, 26 euros) y la de carnes, con dos ofertas inmejorables: El solomillo de vaca con queso montañolo (25 euros) y el entrecot con pimientos del piquillo (22 euros).

Lo más fresco del mercado. Eso es El Refectorium

No olviden tampoco que El Refectorium Catedral ya sirve desde hace algunas semanas los postres que elabora la repostera malagueña Puri Morillo, alumna aventajada del mismísimo Paco Torreblanca. Ahi queda dicho.
Imprescindible para clientes de buen comer, inquietos o indecisos. Si duda, aquí decidirán por usted con absoluta garantía. Qué más quiere.

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