El italiano Sergio Bracci, aventurero y bastante mundano él, fue el primero que abrió una pizzería en Málaga, concretamente en verano de 1972 en Fuengirola, cuando aquí el concepto de pasta solo se limitaba a tener alguna cosilla en la cuenta corriente. O quizá ni existía aún esa palabra. Dos años más tarde llegó a la provincia Silvio Silvi, que le dio una vuelta al negocio para expandirlo con su demoledora personalidad y más tablas que una empresa maderera canadiense, y medio siglo después son los hijos y sobrinos de aquellos dos pioneros los que impulsan la marca familiar O Mamma Mia, un entramado de establecimientos (6) repartidos estratégicamente por la capital malagueña y que han visitado desde jovenzuelos enamorados muy pops hasta los hijos y nietos de aquellos tortolitos. Puede ser mi caso, por poner un ejemplo, aunque yo era un pájaro. O eso dicen.
El último restaurante del grupo abrió hace apenas un mes en la céntrica plaza de las Flores, a un paso de la calle Larios, aunque con una estética diferente que se ajusta más a la funcionalidad cómoda que a la tradición y que ya tiene embobados no sólo a los vecinos de la ciudad, sino también a los visitantes. Debe ser la inercia de una comida que gusta a todos, una ubicación perfecta, una terraza sombreada y recoleta entre tanto bullicio simpático, un estupendo servicio y una carta que continúa ciñéndose a los platos, el formato y las alternativas que un día asombraron a los malagueños y que ha acabado por aceptar con naturalidad alguna que otra incorporación más moderna.
Son Mauro Bracci, Andrea y Leonardo Silvi los que ahora se reparten las tareas de comercialización, elaboración, franquiciado y expansión de una marca que ya forma parte de la historia culinaria malagueña y que, acaso, se integre en la lista de las más entrañables de toda la Costa del Sol. Es lo que tiene estar a punto de cumplir 51 años de existencia y de prolongar durante dos generaciones un trato tan amabilísimo que más que profesionales de la hostelería, que lo son, parecen tus primos hermanos. De esos con los que pasas una noche de juerga memorable después de varios meses sin verlos.
Este nuevo O Mamma Mia, que ha recuperado incluso la tipología de las letras del que fue el primer local, presenta muchas opciones para comer o cenar bien y barato, aunque por obligación debo dar alguna pista concreta. Empiece usted con unas
supli di riso (croquetas de arroz con mozzarella, amatriciana y carbonara, 6,95 euros) y tire para adelante con unos auténticos
spaghettis carbonara (guanciale, yema de huevo, pecorino y pimienta negra tostada, 11,95 euros) o unos excelentes
fagottinis gorgonzola rellenos de pera y espolvoreados con trufa negra (14,75 euros). Que el cuñado quiere una pizza, pues le endosa usted la
fumé (mozzarella, nata, salsa pomodoro, cebolla, bacon ahumado y coñac flambeado, 11,95 euros), y termine el festín con una
tarta de limón o una
panna cota (4,5 euros). Creo que se lo he dejado a huevo.
Dirección. O Mamma Mia. Plaza de las Flores, número 7. Málaga.
Teléfono: 952 066 007. Cocina abierta de 12 del mediodía a 00,00 horas.
Javier Sánchez/20/abril/2023
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