Antonio García-Agua Juli
Él solito lleva cuatro años dando la vara con su masa de salchichón, pero la constancia, la perseverancia y la ilusión tienen mucho que ver con dar la vara, porque, en caso contrario, la vara te la dan a ti en el cogote.
Antonio García Agua Juli (Cártama, 1953) tuvo que reinventarse cuando cerró la veterana empresa familiar, hace diez años, y a pesar de su condición de ingeniero industrial, decidió que empezaría de peón albañil de su propio proyecto. Lo llevaba en la sangre -aunque fuera en la sangre del salchichón malagueño- y no quiso que el esfuerzo de sus antecesores en la producción de ese producto se perdiera en la maraña del tiempo y en el despiste que producen los sucedáneos de la tradición. Quiso recuperarla y lo consiguío. En definitiva, un tipo con un par.
Su rulo de salchichón malagueño (8,60 euros el kilo) que se compone de algo tan sencillo y sabroso como la carne picada de cerdo, la sal, el ajo y las especias, ya goza de gran popularidad en la provincia de Málaga, pero poquito a poco empieza a despertar mucho interés en Cataluña, Madrid y Sevilla. Muy lógico si tenemos en cuenta que esa masa de salchichón malagueño -curado solo durante seis días y fantásticamente moldeable en la sutileza de su escasa rigidez- es adaptable a cientos de platos por su textura, fresca y blanda, y por su sabor, absolutamente idóneo para reconvertir y transformar esa enorme gastronomía nacional que gira alrededor de todos los derivados del cerdo, e incluso de la ternera.
García Agua es el embajador callejero del salchichón malagueño, pero no en la infraestructura del negocio. Su famoso rulo se elabora en la fabrica Peláez de embutidos y su laboratorio de proyectos lo conforman él mismo y Carlos Torres, responsable de la empresa alimentaria La Consentida. «Somos muy amigos, pero de los que nos alentamos unos a otros y nos aportamos ideas, no de los que las roban», dice.
Salchichón malagueño gourmet
Y lo último que se le ha ocurrido a Antonio -o a los tres- es elevar la aparente humildad del salchichón característico de Málaga y convertirlo en príncipe consorte del inmenso árbol genealógico de los embutidos españoles. «Quiero presentarlo en diciembre para que brille en Navidad más que la iluminación de la calle Larios», señala este hombre con esos ojos brillantes que solo te ofrece la certeza exitosa de una ilusión. Ese primer salchichón malagueño gourmet -cuya idea parte del descubrimiento de una bonita y antigua foto que reproducimos arriba- tendrá la forma de presentación tradicional, aunque ligeramente mas delgado, se elaborará a partir de una fórmula familiar aplicada en los años 40 e incluso vendrá empaquetado en cajitas de madera noble o en envases de elegancia clásica dependiendo de la categoría del regalo que usted pretenda hacer. El futuro nombre de ese producto descubrirá la añoranza y el respeto de García Agua por sus familiares pioneros: Salchichón de mi Abuelo.
Teléfonos de contacto
Fábrica Peláez: 952 72 48 32
La Consentida: 642 69 80 89
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